El acuerdo salarial firmado por la dirección del FGDB pretendió cerrar un proceso de lucha que arrancó tras el anterior pacto firmado en marzo. Las seccionales combativas del SUTEBA rechazaron aquel convenio y salieron a la calle ya desde el 4 de abril, en conmemoración del asesinato de Fuentealba y luchando por aumento salarial. Los paros, movilizaciones y Asambleas fueron vistos por el conjunto de la docencia como un camino a seguir. Esto obligó al FGDB a tener que pedir la reapertura de las discusiones salariales. Las mismas se desarrollaron entre el gobierno y delegados paritarios elegidos a dedo (la burocracia sindical del SUTEBA y FEB, entre otros), sin asambleas que decidieran qué reclamos hacer, sin definir montos concretos de aumento solicitado. Así fue que de declaraciones en las cuales afirmaban pedir un 24% de aumento (no se sabe el 24% de qué), pasando por la aceptación de un 12% que sometido a consulta fue rechazado por la docencia, hasta terminar en el acuerdo final que también es del 12%(¡!) del básico. La maniobra fue muy burda, pero el colmo de la claudicación fue la tácita aceptación de los descuentos de días de huelga, cómo si de una derrota se tratara. También aquí intervinieron las seccionales combativas reclamando en la calle la devolución de los días caídos, tanto a los compañeros que pararon como a los que estaban en uso de licencia. Esto empujó al SUTEBA Central a salir a hablar de “acciones judiciales” de las cuales no se tiene conocimiento cabal (si fueran recursos de amparo deberían haber sido resueltos en plazo perentorio).
Hoy el mundo se ve sacudido por una de las mayores crisis en la historia del capitalismo. Los países más poderosos del mundo han nacionalizado bancos, yendo en auxilio de los “pobres” capitalistas. En nuestro país las grandes patronales y la burocracia sindical pactan “el sostenimiento de las fuentes de trabajo”, es decir: Ni un peso de aumento salarial. El costo de la crisis se descargará, una vez más, sobre las espaldas de los trabajadores. No somos los responsables de la debacle financiera, que la crisis la paguen quienes la generaron.
Se está por tratar en la Legislatura el Presupuesto para el 2009. En el acuerdo firmado por la burocracia sindical y el gobierno se menciona que el mismo se financia disponiendo de $100 millones correspondientes a la “previsión presupuestaria para la política salarial docente del 2009”. Esto es una hipoteca. Ese presupuesto debe contemplar la solución de todos los problemas que tiene la comunidad educativa (salariales, de infraestructura, equipamiento, comedores, becas, etc.)
En el alcance del 22/10 deberían efectivizar el aumento y devolver descuentos. Sabemos que el dinero que recibamos no va a alcanzar para cubrir la carestía de la vida actual y la que se viene. Esto no puede seguir así: Se tienen que devolver los descuentos ilegales, se debe reabrir la discusión salarial y, para enfrentar la crisis, tenemos que cobrar un doble aguinaldo.
Lo poco que nos aumentarán lo conseguimos con la lucha (y se podría haber logrado más), lo que reclamamos ahora también lo tendremos que pelear.
Que sepa el gobierno que los docentes bonaerenses estamos dispuestos a luchar por lo que nos corresponde:
COBERTURA DE LOS CARGOS CORRESPONDIENTES A LA RESOLUCIÓN 3367/05
CONSTRUCCIÓN DE ESCUELAS Y SOLUCIÓN A TODOS LOS PROBLEMAS EDILICIOS.
DEVOLUCIÓN DE LOS DESCUENTOS ILEGALES
REAPERTURA DE LA DISCUSIÓN SALARIAL
DOBLE AGUINALDO
UN PRESUPUESTO EDUCATIVO ACORDE CON LAS NECESIDADES DE ALUMNOS Y TRABAJADORES.
viernes, 24 de octubre de 2008
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